José Sánchez
abril 17, 2023
por Arturo Hernández
La morosidad de cobro en las PyMEs puede convertirse en un grave problema con impactos fuertes en la economía empresarial. El cobro a destiempo de facturas es uno de los grandes dilemas a los que toda compañía se enfrenta constantemente, pero aunque la morosidad y los problemas de cobro son problemas que pueden hacer peligrar e incluso quebrar una empresa, existen herramientas para evitar llegar a esos extremos.
Desafortunadamente, debido a la reciente pandemia, nadie está exento de caer en problemas económicos que puedan impedir realizar pagos pendientes. Pero… ¿Cuál es el impacto real de este problema? Existen diversos factores que influyen en la morosidad de los pagos.
La morosidad y problemas de cobros causan menos impacto en las grandes empresas, debido a una mayor diversificación de los riesgos y la disposición de mayores recursos financieros.
Lamentablemente, en las PyMEs, los cobros no efectuados pueden incluso llegar a provocar el cierre de la empresa, sobre todo si se tiene concentrada la mayor parte de los ingresos en pocos clientes. Si uno de ellos se retrasa en el pago correspondiente de su factura, toda la estructura financiera de la empresa corre el riesgo de verse comprometida.
Cada que una empresa no realiza su cobro en el momento adecuado, hay dos tipos de pérdidas económica que asume:
– El adelanto de costes y gastos derivados del propio producto o servicio vendido.
– No cobrar los beneficios que tendría si hubiese cerrado la venta (lo que se conoce como el margen de venta); sobre todo para empresas que cuentan con un margen comercial reducido.
Cada que una empresa se enfrenta a la morosidad de pago por parte de sus clientes le está costando dinero. Aún en el caso de que la empresa no tenga liquidez a causa de no lograr el cobro de las facturas pendientes de sus clientes, debe seguir pagando los plazos que por su parte no han podido ser cobrados. Este coste añadido puede ser mayor o menor, dependiendo de los tipos de interés de la empresa.
Algunas empresas de ciertos sectores tienen ciclos de cobros y pagos muy específicos. Puede pasar que los ciclos de cobro sean más cortos que los de pago, y que las empresas paguen a los proveedores incluso antes de que sus propios clientes les paguen a ellos. En casos como este, las empresas prácticamente tienen que autofinanciarse, pues no recibirán un pago por sus servicios hasta terminada su labor. Si un cliente no paga a tiempo, toda la cadena se ve comprometida, y si no hay cash-flow o una reserva para resolverlo, la empresa puede quebrar por el simple motivo de ya no poder continuar financiándose.
La gran ventaja a tu favor son las nuevas tecnologías. En la actualidad, existen herramientas inteligentes que automatizan los procesos y ayudan a agilizar tu gestión de cobranza. Apoyarte en herramientas de cobranza, como lo es un software de cobranza automática, puede ser la respuesta a tus problemas con las cuentas vencidas.
Las nuevas tecnologías para automatizar tu cobranza tienen para ti múltiples beneficios:
– Minimizan los errores humanos.
– Vuelven eficientes los procesos de emisión de créditos, los recordatorios de cuentas por cobrar y los registros de pagos.
– Liberan de tiempo a tu personal para ocuparlo en otras tareas estratégicas.
Aunque la tecnología es importante, no olvides aplicar estrategias que fortalezcan tus procesos de cobranza:
Envía las facturas inmediatamente. No expedir las facturas de manera inmediata genera un retraso en los pagos pendientes y causa que tus clientes se queden con la idea de que tienen más tiempo para realizar su pago y saldar la deuda.
Brinda un buen seguimiento.
Es importante dar un seguimiento constante y exacto a los clientes morosos. Ya sea una persona, un software o una persona apoyada de un software.
Define una política de crédito y cobranza. Debes establecer desde un inicio políticas de pago, procesos de seguimiento y consecuencias en caso de que un cliente se atrase con su respectivo pago.
Establece opciones de pago. Ofrécele a tu cliente una gran variedad de formas de pago (depósito, transferencia bancaria, pago en establecimientos comerciales, por ejemplo) para evitar excusas y facilitar así tu cobranza.
Cuando una empresa permite que esto suceda, puede llevar a costos de financiamiento innecesarios y, en casos severos, a una contracción de dinero en efectivo que obliga a cerrar las puertas. Si esto ocurre en tu empresa, es el momento de volver a analizar las prácticas de cuentas por cobrar.
Las cuentas por cobrar son un factor clave para cualquier negocio, pues un mal manejo de este puede llevar a una empresa a quebrar. Por ello, tener un control efectivo de los clientes que te deben y un sistema de cobranza efectivo, ayudará a tu empresa a cumplir con sus objetivos financieros.
En realidad, existen muchas razones que facilitan el fracaso de tu negocio: competidores en el mercado, mal financiamiento o problemas en la planificación. Como emprendedor debes conocer y entender estos motivos para actuar con firmeza y sabiduría al momento de crear tu pequeño negocio.
Si su empresa se niega a pagar, la única opción posible es demandarla en juicio. Hay tres posibilidades de juicio en caso de impago de cantidades y salarios: un juicio de reclamación de cantidad, un juicio monitorio o bien un juicio para extinguir su contrato de trabajo.
Esto es parte del riesgo del negocio que se conoce como riesgo de crédito. En concreto, este monto de incobrables tiene un impacto en las empresas porque representa un gasto. Así, lo importante es reconocer dicha pérdida en los estados financieros y prever que siempre va a ocurrir, aunque sea en una pequeña magnitud.
Si un empresario no cumple con estas obligaciones, puede ser objeto de multas y sanciones. La cuantía de la multa dependerá de la naturaleza del incumplimiento y de si se trata de una primera infracción o de una reincidencia.
Las Cuentas por Cobrar representan un alto nivel de riesgo inherente, puesto que enfrenta un alto riesgo para la organización como lo es el de no ser cancelados por los deudores. Además de estar expuestas a errores materiales y fraudes.
El objetivo de la cobranza efectiva es lograr mantener a los clientes, maximizar el recupero y generar eficiencia en todos los procesos. Para lograr una cobranza efectiva, es importante tener una buena relación con los clientes y tratar de entender sus necesidades y problemas.
Cuando son cobros de cuantías pequeñas o pocas darlas en factores aumenta los costos administrativos, lo cual deviene en inconveniente, y resulta poco útil. Si los plazos de las facturas son cortos, puede aumentar el costo financiero, debido al porcentaje de la comisión
El bajo crecimiento del mercado, la poca demanda y la poca reacción frente a estas situaciones pueden terminar en el cierre del negocio. Las pocas opciones de financiamiento o los altos costos para conseguir capital también afectan directamente a las empresas.
Para reclamar su sueldo, los tribunales suelen exigir un periodo mínimo de tres meses sin cobrar. En este periodo, el trabajador debe acudir a su puesto para no enfrentarse a situaciones que podrían hacerle perder las nóminas adeudadas e, incluso, perder el derecho a indemnización y hasta el paro.
Esto es parte del riesgo del negocio que se conoce como riesgo de crédito. En concreto, este monto de incobrables tiene un impacto en las empresas porque representa un gasto. Así, lo importante es reconocer dicha pérdida en los estados financieros y prever que siempre va a ocurrir, aunque sea en una pequeña magnitud.
Sin llevar las cuentas debidamente ordenadas, es sumamente complejo analizar el estado financiero de tu empresa. Estarás casi a ciegas respecto al 'estado de salud' de la misma y al no saber con exactitud cuáles son sus dificultades o debilidades, podrías estar cerca de una bancarrota.
Este entorno de recesión económica tiene su incidencia en el fracaso empresarial, por las menores ventas a causa de la retracción de la actividad económica, el agotamiento del crédito y la falta de liquidez, provocando un aumento brutal del número de empresas que precipitan el cierre.
Una empresa se encuentra en crisis si es incapaz, mediante sus propios recursos financieros o con los que están dispuestos a inyectarle sus accionistas y acreedores, de enjugar pérdidas que la conducirán, de no mediar una intervención exterior, a su desaparición económica casi segura a corto o medio plazo.
Sánchez Pepín & Asocs, está disponible a tiempo completo para recuperar su dinero en cuentas por cobrar, los impagos podrían llevarle a la quiebra, arruinando su empresa y familia para siempre.
Nuestros servicios cambiarán la historia del posible fracaso por una mucho más ventajosa, es nuestra responsabilidad juntarle con los capitales de inversión creyó irrecuperables, depositando fondos en banco para engrosar sus reservas económicas, revitalizando el futuro inmediato y el crecimiento empresarial sostenible en el tiempo, lo que aumentará su patrimonio en forma considerada y oportuna ¡pruebenos ya!